Cuando se habla de emprendimiento casi siempre nos fijamos en las cualidades que debe reunir un emprendedor/a. Se valora si se poseen o no esos rasgos de personalidad o cualidades necesarias para convertirse en un emprendedor/a de éxito.
Sin embargo, es casi más importante fijarse en los errores que otros/as emprendedores/as cometieron en el pasado en la puesta en marcha de su establecimiento para intentar no cometerlos en el futuro.
Existe numerosa bibliografía que trata de los errores del emprendimiento. Evidentemente los errores que pueden cometer los emprendedores/as son muy diversos y además cada proyecto es un mundo, sin embargo, podemos hacer un listado de los más recurrentes y apuntar ciertas claves para no incurrir en ellos con un adecuado asesoramiento.
A continuación, compartiremos aquellos que consideramos más relevantes y que creemos pueden ser prevenidos y corregidos a tiempo.
Puede que la idea sea buena pero no siempre se conoce con profundidad el sector en el que se pretende entrar porque no se hacen buenos estudios de mercado
El público objetivo podrá ser más grande o pequeño. Un nicho de mercado es un pequeño grupo de consumidores que tienen un interés específico en común. Por ejemplo, no es lo mismo tener una tienda para mascotas que vender accesorios para perros.
Normalmente dirigir el negocio a un nicho específico ayudará a diferenciarte de la competencia y especializarse. Hoy en día, son muchos los negocios que ofrecen productos similares y tener una perspectiva distinta ayudará a crear una oferta diferenciada que puede resultar muy atractiva para los compradores/demandantes.
El inconveniente es que, si el área de influencia es muy pequeña, un pueblo o un barrio, es posible que no se tenga mercado suficiente para hacer viable el negocio. Es este caso podría ser conveniente valorar la posibilidad de completar la venta física con la venta on-line.
Totalmente vinculado y relacionado con el error anterior, se trata de ¿Cómo determinar si hay lugar en el mercado para el tipo de tienda que quiero crear?
No entender al mercado objetivo es un error fatal. Hay que investigar las tendencias, gustos y necesidades del público antes de abrir las puertas del negocio.
Antes de comenzar, es esencial analizar la demanda local y el potencial de mercado. Pasar por alto quiénes son los consumidores/demandantes, qué necesitan y cómo toman sus decisiones de compra ocasionan que la tienda no se conecte bien con las expectativas del mercado. Hay que investigar lo que la gente compra o busca y también sus opiniones y reseñas para descubrir posibles vacíos u oportunidades de mejora.
Se puede determinar el “gasto comercializable total” partiendo de la ubicación del local, trazando una isócrona (en función del área de influencia, que no es la misma para un comercio de proximidad, de barrio que por ejemplo uno urbano), determinar los habitantes de esa área (padrón municipal) y multiplícalo por el gasto medio por persona en nuestros productos utilizando los datos de la Encuesta de Presupuestos Familiares.
No identificar la oferta existente y analizar el mix comercial de la zona o de la localidad y caer en una actividad sobredimensionada para la demanda existente es uno de los errores “fatales”
Si el mercado es grande, habrá otros negocios haciendo algo parecido, aunque tener competencia no siempre es malo, ya que indica que hay un mercado para los productos o servicios, pero sobre el gasto comercializable potencial hay que analizar si la cuota de mercado que nos puede corresponder es suficiente para cubrir nuestro umbral de rentabilidad.
Hay que tener en cuenta que no sólo es importante identificar a la competencia, sino también entender qué los hace exitosos y cómo podemos diferenciarnos en el mercado. El pequeño comercio físico sigue funcionando bien cuando ofrece algo diferente o único para el cliente.
Una simple búsqueda en Google sobre el tipo de negocio y la ubicación generará una lista de competidores. También los directorios de empresas, cámaras de comercio, etc.
Una vez que se tenga una lista de los competidores de tu área, es conveniente visita los establecimientos para ver cómo operan:
Se trata de investigar esas empresas para identificar sus fortalezas y debilidades, qué hacen bien y qué se puede hacer mejor, qué se puede hacer diferente y cómo evitar sus errores.
Elegir el local equivocado. El éxito de un negocio (sobre todo, de comercio minorista) depende en buena parte de la afluencia de por lo que es vital elegir un inmueble bien situado, que sea capaz de generar un elevado tráfico de clientes.
Es conveniente tener en cuenta una serie de factores. Entre otros:
Una vez elegida una ubicación adecuada, hay que analizar si el local reúne las condiciones necesarias para el desarrollo de la actividad (sobre todo en el caso de la comercial):
¿Como se va a enfrentar el emprendedora sus desafíos vendiendo un producto u ofreciendo un servicio del que no sabe nada y/o que no le gusta?
La ventaja de vender un producto/servicio que, más o menos se conoce, es que resultará más fácil elegir proveedores, encontrar al público objetivo o decidir los precios, por ejemplo.
La estrategia de precios es vital para el sostenimiento del negocio.
Ante la gran competencia que existe en el sector minorista, muchos emprendedores optan por establecer la estrategia de poner un precio más bajo que la competencia. Pero realmente para los pequeños negocios este no es un lujo que pueden darse. Al contrario, deben valorar el tiempo, esfuerzo e inversión que se hace para tener un producto o servicio final.
Establecer precios sin considerar lo que se ha pagado al comprar, almacenamiento y operación, así como el margen de beneficio, puede llevar a una estrategia de precios ineficiente que afecte la rentabilidad del negocio.
Pero, por otra parte, los precios no deben fijarse en base únicamente a objetivos de lucro. Las ganancias deben ser el resultado de negocios planteados con inteligencia, en base a los precios que están dispuestos a pagar los compradores, el posicionamiento en relación a los competidores o cuál es el valor añadido que se ofrece a los clientes.
Ser demasiado optimista con el resultado. Una de las cualidades de los/as emprendedores/as es su optimismo natural; si pensasen que iban a fracasar con sus proyectos, es seguro que no los iniciarían.
Este optimismo los lleva en ocasiones a infravalorar los gastos y/o sobreestimar los ingresos (en muchas ocasiones por una subestimación de la competencia pensando que su producto o servicio es mejor).
Los proveedores con los que se decida trabajar condicionarán desde la calidad del producto hasta la eficiencia con la que llega al negocio, así como la percepción que el cliente tendrá del mismo. Por tanto, es una decisión importante donde habrá que valorar tanto la calidad del producto y los costes, como las condiciones de compra y la reputación del proveedor.
Sin duda uno de los errores más graves que cometen los/as emprendedores/as cometen es no tener un plan de negocios estructurado. Este documento permitirá analizar la idea, examinar si es un negocio eficiente y viable y planificar las estrategias que se necesitan para hacerla realidad.
Sin duda se trata de una herramienta clave de uso interno, pero también es muy útil para presentar el proyecto a inversores o bancos.
Es un proceso largo que puede llevar varias semanas y que se debe hacer con tranquilidad, sin descuidar la presentación y la extensión.
El análisis de la viabilidad económico financiera del negocio aunque debe formar parte, como un apartado, del Plan de Empresa, reviste una especial importancia por lo que requiere de una elaboración y atención.
¿Por qué resulta esencial? Porque para toda persona emprendedora o empresaria es vital planificar de forma rigurosa las previsiones de gastos, ventas, compras, tesorería, o vías de financiación, entre otros aspectos, todos ellos fundamentales para desarrollar un proyecto empresarial que sea viable.
Entre otras cosas, un Plan Económico y Financiero permite ser consciente de la viabilidad económica del proyecto, saber las necesidades de financiación que existen a corto, medio y largo plazo, analizar el volumen mínimo de ventas para obtener ganancias, y también permite examinar los factores que pueden afectar a la empresa de manera positiva o negativa.
En este aspecto se suelen dar una serie de malas decisiones y hay que tener en cuenta una serie de consideraciones:
Una actividad de emprendimiento exige dedicación total; no existen emprendedores a “media jornada”. Existen personas que intentan llevar un negocio mientras están empleados en una empresa, siendo esto del todo imposible. Un negocio exige disponibilidad casi total por parte del emprendedor… al menos en los inicios.
Muchos emprendedores tienden a ser excesivamente individualistas siendo incapaces de delegar funciones. En otras ocasiones no logran formar buenos equipos al rodearse de familiares y allegados que no siempre tienen la formación y experiencias adecuadas.
Es importante tener en cuenta que aquellos socios que complementan el perfil del/la emprendedor/a son mucho más valiosos. Es decir, cuando el socio se especializa en una rama totalmente diferente a la del promotor/a inicial, aporta conocimientos y visiones que podrían favorecer el negocio.
Este es el error que en gran medida ocasiona los anteriores. Claro está que ser emprendedor/a no significa saberlo todo ni tener la respuesta correcta. Pero algunos se niegan a este hecho y evitan a toda costa acudir con expertos para recibir ayuda y resolver problemas que suceden en el negocio.
Evitar estos errores favorecerá un adecuado arranque del proyecto e incrementará las posibilidades de consolidación del mismo, ya que cada error identificado es una oportunidad para mejorar y crecer, máxime si también se intentan evitar estos otros errores:
Existe siempre la tentación de poner el objetivo en crecer y crecer… muchas veces por encima de las posibilidades de la empresa. Es mucho más importante hacer empresas sostenibles en el tiempo y crecer solo cuando las bases sean muy sólidas por si hay que volver hacia atrás.
En un principio se tendrán gastos antes que ingresos, pero poco a poco la tendencia debe llegar hasta un punto de equilibrio en el que entre suficiente dinero para solventar la operación diaria del negocio. Si este no se logra mantener, el negocio puede llegar a enfrentar un endeudamiento que evite continuar con el proyecto. Es importante monitorear constantemente las entradas y salidas y evaluar los gastos fijos que pueden recortarse. Es necesario fijar presupuestos anuales y mensuales que limiten el uso de dinero para evitar llegar a un estado financiero negativo. El disponer de una cuenta comercial independiente de la cuenta personal del promotor facilitará mucho más el seguimiento de la tesorería del negocio
El cliente es el engranaje más importante para que un negocio funcione, por ello es necesario tomarlo en cuenta en cada aspecto. Tener retroalimentación te ayudará siempre a darles un buen servicio y poder satisfacer todas sus necesidades.
La experiencia del cliente es crucial para fomentar la lealtad y el boca a boca positivo. Descuidar aspectos como la atención al cliente, la presentación de la tienda y la disposición de los productos puede afectar negativamente la percepción del cliente sobre el negocio.
Por otra parte, muchas veces los emprendedores olvidan al cliente una vez producida la venta. Esta política equivocada provocará que el cliente no repita la experiencia de compra en el futuro. Es necesario un buen servicio postventa que gestione las consultas, quejas y reclamaciones de modo ágil y rápido. La importancia actual de las redes sociales hace necesario cuidar mucho al cliente para fidelizarlo a la marca.
El entorno especifico y general que rodea a las actividades sufre cambios continuos. Los gustos de los consumidores/clientes, las modas y los hábitos sociales sufren cambios vertiginosos. Los negocios deben anticiparse y ser capaces de adaptarse rápidamente.
Lo que debes saber antes de empezar. Los errores más frecuentes (4)